Fue totalmente sorpresa, estuvo complicado mantenerla en secreto pero nuestra hija me hacía de vigilante para que él no pudiera ver nada.
Decidí hacer una mesa de pocker, él y sus amigos son muy aficionados a este juego.
Con anterioridad preparé lo que iba a ser el tablero con todos sus detalles, las fichas, las cartas para cada jugador y el mazo de cartas sobrantes y en el centro de la mesa dejé entrever con números los años que cumplía mi marido. Las cartas las pinté a mano ayudándome de unos rotuladores de tinta comestible y las fichas las hice con un cortante redondo pequeñísimo.
Cuando llegó el día monté la tarta, utilicé un bizcocho relleno de trufa y cubierto de nata, dispuse sobre él el tablero ya acabado y forré los lados de la tarta con fondant negro para simular la mesa.
A Santi le gustó mucho su tarta y a mi me gustó mucho más ver su cara. Espero que se os quede la misma que a él.
Felicidades mi vida!!!! Te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario